Reseña: Chyyuugai shounen shojo -Fuera de órbita y de tiempo-

Esta entrada debió salir hace más de un año, pero si algo te hace un último semestre de maestría, es despistado de otras cosas. Tenía la posibilidad de dejarla tal cual pero decidí revisarla un poco para añadir comentarios acordes al momento en el que la estoy publicando. Todavía está disponible en netflix afortunadamente. Si no la han visto vayan a verla.

La cantidad de series producidas cada temporada te obliga a elegir, pero proporcionalmente he ido encontrado menos series de qué hablar cada temporada siendo este invierno, 2023, y el pasado, cuando debió salir originalmente esta entrada, una pequeña recuperación que parece se extenderá hasta primavera 2023. Sé que los gustos cambian conforme uno se vuelve mayor y especialmente si te dedicas a contar más historias te vuelves más crítico de lo que decides mirar. Sin embargo, no todo se trata de mí, también puedo afirmar que la industria ha cambiado.

No me gusta tener una visión pesimista, pero el control de los comités de producción la mayoría de las veces obstaculiza la realización del proyecto y su calidad, incluso si sus inversiones son el vehículo a través del cual se puede iniciar la adaptación en primer lugar.

Y no es una simple observación mía, también está en el mal trato que han recibido veteranos de la industria como Kazuki Akane (véase lo sucedido con Stars Align) que valientemente dinamitó su carrera con tal de protestar y resistir contra ese cambio. La audiencia también se ha polarizado y todo es lo mejor o lo peor sin más lenguaje de por medio, maximizando fallos con tal de poder llamar incipientes a esfuerzos increíbles o, al contrario, donde cada novedad es lo nuevo «mejor» y todo lo que iba antes cae en un pozo de irrelevancia y olvido.

Entre todas estas aristas aparece en NETFLIX Chyyuugai shounen shojo («extraterrestial boys and girls«), conocido en inglés como «The Orbital Children» o en español como «jóvenes en órbita» (a todo gas), de otro veterano de la era dorada que me inspiró a reseñar: Iso Mitsuo. No habría tanto preámbulo si lo hubiera logrado sin contratiempos, pero al final tenemos un trabajo que tomó muchas formas diferentes desde su inicio de producción en el 2014 cuando buscaba presupuesto para una serie televisiva (puedo intuir entre 12 y 26 episodios como es el estandar), oficialmente se confirmó como dos películas en 2018, pero para el 2020 había cambiado de productora y finalmente en el 2022 Netflix adquirió/bloqueó los derechos internacionales y la recortó a diestra y siniestra para justificarla como una mini-serie de seis episodios con duración ligeramente mayor (juntos suman el equivalente de 8-9 episodios de una serie televisiva).

Sin embargo, se mueve.

Para no repetir la entrada anterior, me limitaré que tener a un autor experimentado con conocimiento previo del tiempo total asignado a la historia hace magia en términos de ritmo y conclusiones satisfactorias. Si quieres una serie enfocada que no gaste tu tiempo con largos tramos innecesarios o que no termina, esta es una muy buena alternativa.

Pasemos a la sinopsis:

En el 2045, el espacio se encuentra al alcance de la humanidad. Sin embargo, a diferencia de como suelen ser estas historias, el humano no ha logrado dominarlo y la mayoría de los humanos que nacieron en el espacio murieron al grado que se prohibió el alumbramiento espacial. Aquellos que sobrevivieron, fue gracias a una inteligencia artificial que diseño chips que les permite sobrevivir, sin embargo esta IA fue denominada peligrosa y destruida creando una ruptura entre los terrícolas y aquellos que solo sobrevivieron gracias a esa IA. Una excursión de niños terrícolas a la estación espacial donde viven los niños espaciales se ve interrumpida por un cometa sacado de su órbita que los obligará a cooperar para sobrevivir y descubrir qué está pasando, pues parece que así es como se jugará el futuro de la humanidad entre un cálculo cruel y una sociedad con miedo al futuro.

Vaya dilema más relevante el que nos plantea, y algunos querrán llevarlo como argumento a la realidad. Para no tener que escribir toda una letanía y poder volver a la serie solo haré una afirmación: la diferencia entre el argumento que la serie ofrece respecto a la IA es que en ella está salvando vidas en lugar de scrappear páginas enteras de trabajos sin crear nada novedoso.

Más interesantes que esos dilemas está el concepto de la cuna y como los humanos podemos construirnos cunas que nos lleven durante toda nuestra vida e incluso por generaciones, salir de ella implica aventurarse a lo desconocido y enfrentar dilemas que quizá no tengan una respuesta clara. La cuna nos ofrece certidumbre a cambio de limitar nuestra visión y nuestra empatía solo a lo que nos acompaña dentro de ella.

Las IA, en cambio, podrían no tener el problema debido a que operan bajo sistemas lógicos, aunque ya hemos visto en la realidad que mientras aprendan de los humanos, seguirán reproduciendo nuestros sesgos así como la dificultad de dibujar manos y eso nos plantea otro dilema más. Incluso ante la promesa de perfección, solo podemos ver la realidad como humanos o, mejor dicho, como individuos dentro del gran concepto de humanidad que ¿qué significa realmente? Especialmente si como en la serie alcanzamos las estrellas, no es tanta la distancia necesaria para que existan conflictos, no quiero imaginar como serían diferencias interplanetarias.

Existe cierta prisa por exponer sus temas, construyendo así una serie muy puntual que saca todo el jugo a su tiempo. Está estructurada de forma soberbia, creo que también debido a todo el peso existencial que lleva encima. No es la ciencia ficción de antes donde se nos presentaba un futuro idílico, pero se resiste a presentar un futuro sin esperanza incluso mientras advierte lo cerca que estamos de alcanzarlo. Claro que una serie animada de seis capítulos no puede ofrecer una respuesta a todas estas problemáticas que casi son sinónimo de la humanidad (pero no de los individuos), pero si puede marcar un camino sobre dónde queda la esperanza: en los niños que todavía pueden aprender de mundos diferentes.

Se siente como un intento desesperado de un pesimista (o quizá realista) de escribir un desenlace optimista para el futuro de la humanidad, un eslabón más en la historia del género de ciencia ficción que cada vez encuentra menos que esperar de nosotros en unos siglos (si es que seguimos aquí).

A pesar de los temas que estoy tocando esta entrada, logra mantener un tono juvenil y no pensar mucho de sí misma. Aunque estas me parecen las mejores decisiones para no caer en moralismos o pecar de grandiosidad, puedo imaginar que para algunos será un punto en contra debido a que el tono se encuentra en un punto medio, especialmente si no estamos familiarizados con las estructuras narrativas de hace unos treinta o cuarenta años en los que se privilegiaba un planteamiento largo para poder disparar después con más fuerza en oposición a los ganchos y el in media res que se privilegian para captar la atención a la de ya en la actualidad.

Si tuviera que colocar algo en contra, es que el humor en ocasiones es demasiado juvenil para mi preferencia, pero es una cuestión subjetiva que no dudo que para otras personas funcione y no está fuera de lugar considerando la edad y la madurez de la mayoría de los protagonistas de esta historia.

Hablando de personajes, creo que todos (incluso algunos desesperantes) están bien logrados. Especialmente aprecio que los niños estén cuidados para comportarse como tal y no como adultos pequeños incluso cuando deben enfrentarse a situaciones más allá de las que un niño podría manejar en la realidad (probablemente). Los chicos en órbita quedan redondeados y seguramente dejarán una marca cuando se despidan por última vez.

La animación es hermosa, con detalles noventeros que le dan una sensación de atemporalidad y escenas coordinadas precisamente para mostrar esta unión de lo viejo y lo nuevo, destaco la primera, una carrera bajando un tobogán que necesita que dos personajes hasta el momento enfrentados cooperen para mantener el equilibrio en el precipitado descenso en algo que podría traer a la mente escenas icónicas como la caminata de Howl y Sophie en «el increible castillo vagabundo» o la carrera de Lupin en «el castillo cagliostro».

En general, creo que por la extensión y la calidad, definitivamente no pierdes nada dándole una oportunidad y encontrarás una recomendable historia con muchas cosas que decir y gran pericia haciéndolo. Al menos hasta la fecha en que publico la entrada, sigue disponible en NETFLIX (México).

Veredicto:

5/5 seguidores

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.